CLEMENTE sufre un infarto de miocardio en su casa de Valencia durante las fiestas de Fallas. Su traslado a un centro hospitalario por sus familiares se retrasa considerablemente porque, para facilitar el montaje de un monumento fallero, se encuentra cortado el acceso y salida desde su calle, sin que el Ayuntamiento haya habilitado vías alternativas. Por ello, tarda casi una hora en llegar al centro de salud a donde normalmente habría llegado en cinco minutos; allí se realizan sin éxito maniobras de reanimación. Los médicos no aseguran que CLEMENTE, de haber llegado antes al centro de salud, habría sobrevivido al infarto, pero sí que, cuanto antes se produce la intervención médica en un caso así, mayores son las probabilidades de supervivencia. Se interpone demanda contencioso-administrativa, ya que se va a ventilar una responsabilidad de la Administración municipal.
1. Falta de relación de causalidad entre atasco y muerte
La sentencia considera que no puede concederse una indemnización por la muerte de CLEMENTE, ya que no puede asegurarse que, sin el atasco circulatorio imputable al ayuntamiento, habría sobrevivido al infarto; el atasco no es, por tanto, condición sine qua non de la muerte [➜ Nociones, Tema 4, 2].
2. Pérdida de oportunidad
El atasco sí ha supuesto, en cambio, que CLEMENTE perdiera la oportunidad [➜ Nociones, Tema 4, 4], aunque sea algo remota, de haber salvado la vida; se trata, en sí mismo, de un daño moral, que la sentencia valora en 6.000 €.
ROJ: STSJ CV 1/2013 (Contencioso-administrativo)